Mi mayor preocupación era si entraba en la freidora cuadrada de 5,5 L: encajó de diez. Las asas frías me salvan los dedos. No compro más papel manteca, la inversión se paga sola.

Pensé que tanta review positiva era puro humo. Pero la silicona es gruesa, sin rebabas y no se siente esa textura “gomosa” barata. Cociné merluza rebozada que suele pegarse y salió entera, crocante. Desde entonces uso menos detergente y no corro más la canasta bajo agua hirviendo.

Llegó en tiempo y forma, bien embalado. Se nota la calidad; dejó de ser un castigo usar la freidora.

Tenía miedo por el olor químico; soy asmática y cualquier cosa me irrita. Hice una prueba vacía a máxima temperatura y no sentí nada raro. Después probé provoleta: se deslizó completa al plato y la bandeja quedó casi limpia. Ahora sí puedo hacer queso sin que se convierta en pegote negro.

Funciona, pero no me voló la cabeza. La bandeja encajó bien y es fácil de lavar, eso sí. Sin embargo, esperaba que el rociador fuera de mejor calidad: la tapa plástica se afloja un poco cuando la llenás. Si mejoraran ese detalle, subiría la calificación.